En la rama de un árbol, Duraznín, un pequeño durazno, crece
feliz protegido por su madre árbol. Al madurar ella lo deja de cuidar, teniendo
que defenderse por sus propios medios.
Pese a su lucha, cae al suelo y luego mucho sufrimiento
descansa unos meses para convertirse en un pequeño árbol.